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>GUARUMAL-TEXIS
MUSEO ARQUEOLÓGICO TOXTLI
Existe cierto vínculo entre la cerámica Guarumal y Texis. Ambas suelen tener forma de cántaro. Su policromía suele estar constituida por tres colores: rojo, blanco y crema.
P86-442 // CÁNTARO
Suelen poseer decoraciones hechas con pequeños puntos. Sobre todo, poseen un aditamento muy particular: el rostro frontal de un conejo.
En su catálogo fotográfico, el arqueólogo Stanley Boggs reconoce como cerámica "Texis" a una pieza de la Colección José Luis Cabrera. Al parecer, este ejemplar provenía de El Paraíso, Chalatenango. Su parecido con el tipo Guarumal permite considerar que se tratan de piezas del Clásico Tardío, período fechado alrededor del 750 después de Cristo. Por la razón antes citada, se ha optado por reconocerle como "Guarumal-Texis", lo cual remite a una combinación de las técnicas decorativas de Guarumal y las registradas por Boggs para Texis.
Entre la cerámica Guarumal-Texis es común observar cántaros bicromos, cuyos bordes rojizos suelen presentar doble bisel, externo e interno. Muchas de estas piezas han sido decoradas con líneas rojas y pequeños puntos que forman espirales, franjas o líneas ondulantes.
En El Salvador, se han reportado hallazgos en Totolco, Chalatenango; en El Níspero, San Vicente; y en Quelepa, San Miguel. Tristemente, los estudios focalizados en estos artefactos son escasos, por lo que se desconoce aún su funcionalidad.
La Colección Fundación Doménech resguarda cinco piezas de Guarumal-Texis. Como cabría suponer, corresponden a cántaros que muestran en su panza el rostro de un conejo. La quinta pieza es una escudilla que expone las mismas técnicas decorativas, sin embargo muestra la figura de un armadillo y no la de un conejo.
